Así lo informó el ministro de Educación, Nicolás Trotta, con motivo del aislamiento por el coronavirus.
El gobierno nacional conformó un equipo de especialistas que estudiará desde este lunes los posibles escenarios para una vuelta a las clases tras el aislamiento por el coronavirus que, reconoció el ministro de Educación, Nicolás Trotta, no saben si volverán “en junio o en agosto”.
El equipo comenzará a funcionar esta semana y la vuelta a clases dependerá también de la evaluación que hagan los epidemiólogos. El equipo lo dirigen la secretaria de Evaluación del Ministerio de Educación, Gabriela Dicker, y la pedagoga Graciela Frigerio. Contarán con el asesoramiento del titular del Consejo para la Calidad Educativa, Axel Rivas.
Este mismo lunes, comenzarán una ronda de consultas con las provincias, los sindicatos docentes y referentes académicos. “Cualquier decisión que surja tiene que ser consensuada”, declaró a Clarín el ministro de Educación, Nicolás Trotta y agregó: “Aún no sabemos si las clases presenciales van a volver en junio o en agosto. Pero la decisión de cómo continuar debe tener la mayor legitimidad”.
Para Nicolás Trotta lo más importante, al margen de si los alumnos pasarán de año o no, será concentrarse “en la trayectoria educativa” de cada estudiante. “Se va a necesitar mucho más compromiso de los docentes y los equipos directivos. Estar más encima de los estudiantes. Habrá que considerar que los contenidos que no se dieron en 2020 se aborden en 2021”, afirmó.
En ese sentido, apuntó que el principal obstáculo será cómo resolver la cuestión de quienes se encuentran terminando el secundario. Para ellos se analiza que el ciclo lectivo 2020 continúe en febrero, marzo y abril de 2021 y pedirles a las universidades que el año que viene arranquen el 1 de mayo para los alumnos que están ingresando.
Otra de las medidas que se analiza es que quienes cursan la escuela más tarde que quienes asisten a la primaria con el objetivo de evitar concentraciones en el transporte público y la circulación de las personas por el peligro de coronavirus. Por otra parte, afirman que esto también podría mejorar el rendimiento escolar de los secundarios, basado en estudios que muestran que los adolescentes tienen un reloj biológico más nocturno.