Los gasoductos que transportan esta estratégica riqueza natural abarcan prácticamente toda la geografía de nuestro país.
El 5 de marzo es la fecha que recuerda la fusión del departamento de gas de la compañía estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) con la Compañía Primitiva de Gas, dando lugar a la Dirección Nacional del Gas, que años más tarde se convertiría en la compañía estatal Gas del Estado, por eso se celebra en nuestro país el Día Nacional del Gas.
El gas ha estado presente en las actividades del hombre mucho antes de lo que imaginamos. Siglos atrás los chinos lo utilizaban para evaporar el agua de mar y producir sal, y en Europa se comenzó a usar para iluminar las calles de algunas de las principales ciudades.
En Argentina la primera ciudad iluminada con lámparas de gas fue La Plata, y el servicio brindado por parte de la Compañía Primitiva de Gas llevó el servicio a plazas, calles, parques y edificios públicos, y se comenzó a utilizar para generar calefacción. En la década del 20 comenzaban a fabricarse las primeras cocinas y otros artefactos del hogar que funcionaban a gas. En 1949 se iniciaba la construcción del primer gasoducto desde el sur del país, seguido a los pocos años por el que partía de Campo Durán, en nuestra provincia.
Progreso y desarrollo sustentable
Paralelamente se instalaban otros que alimentaban a ciudades del interior, fábricas, empresas y plantas generadoras de energía eléctrica. Es de imaginarse lo que el gas significó en la calidad de vida de las familias desde entonces. Hoy en día los gasoductos que transportan esta estratégica riqueza natural desde los puntos de producción abarcan prácticamente toda la geografía de nuestro país, porque el gas fue y sigue siendo progreso, crecimiento y desarrollo sustentable.
En los primeros años de este siglo el debate energético mundial estuvo centrado en la preocupación por el agotamiento de los recursos energéticos petróleo y gas, pero la explotación no convencional , el «shale gas», es decir el gas natural enquistado dentro de bloques de rocas sedimentarias, le dieron un giro a esta industria, marcando un nuevo paradigma mundial.
Nuestro país no ha quedado ajeno y muestra de ello son los nuevos proyectos en plena ejecución en Vaca Muerta, el más significativo de los campos de petróleo y gas de la Argentina y donde la reestatizada YPF ha puesto su mirada y millonarios recursos que con los años podrá replicar en otras regiones como la cuenca del NOA.
Pero en la actualidad se suman otros desafíos y es que la comunidad científica internacional ha coincidido en que el calentamiento global que está experimentando nuestro planeta es producido, en gran medida, por el uso de los combustibles fósiles.
El 30 de noviembre de 2015, 180 jefes de Estado se reunieron en XXI cumbre del Clima de París, en el que la comunidad científica internacional y varios líderes mundiales han advertido que el aumento de la temperatura del planeta causado por las emisiones de gases de efecto invernadero no deben superar los 2§C para prevenir efectos catastróficos, algunos de los cuales ya están comenzado a producirse.
La quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón es la principal fuente de emisión de carbono y el desafío es lograr el desarrollo sustentable, entiendiéndose por tal el concepto elaborado en el Informe Brundtland (1987) por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo para la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El concepto dice que «el desarrollo sustentable implica satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades».
El ámbito del desarrollo sustentable se basa en tres factores: sociedad, economía y medio ambiente.