El anuncio fue realizado por el ministro de Ciencia y Tecnología, Ofir Akunis. Una vez desarrollada, la vacuna pasaría por un proceso regulatorio de al menos 90 días antes de ser puesta a disposición del público
Un grupo de científicos israelíes ha logrado un desarrollo clave que le permitirá obtener una vacuna contra el coronavirus “en unas semanas”. El anuncio fue realizado por el ministro de Ciencia y Tecnología del país, Ofir Akunis. “Felicitaciones a MIGAL (acrónimo que refiere al instituto de investigación de Galilea) por haber llegado a este emocionante punto de inflexión”, expresó.
Y agregó: “Confío en que lograremos continuar progresando de manera veloz, lo que nos permitirá proveer una respuesta necesaria a la grave amenaza que representa el Covid-19 (nombre también usado para referirise al coronavirus)», agregó. De acuerdo al CEO de MIGAL, David Zigdon, la vacuna se administraría por vía oral, lo que la haría particularmente accesible al público general.
A la medianoche del jueves (GMT), se han registrado más de 83.000 casos positivos a nivel global, mientras que la cifra de muertos asciende a 2.855. Si bien la vasta mayoría de ellos corresponde a China -epicentro del brote-, durante los últimos días la tendencia del país asiático entró en una curva decreciente. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que la epidemia en el gigante asiático ya alcanzó su pico.
La evaluación, no obstante, contrasta con el escenario en el resto del mundo, donde los casos van en aumento. Fuera de China, los principales focos se encuentran en Corea del Sur (2.022 infectados, 13 muertos), Italia (655 afectados, 17 muertos) e Irán (245 casos y 26 muertes, entre las que se cuentan distintos altos cargos de la teocracia islámica). En Israel, en tanto, se han registrado de momento tres casos positivos. Una de las personas afectadas ya se ha recuperado, mientras que las otras dos permanecen en observación.
De efectivamente obtenerse la vacuna en el futuro cercano, esta atravesaría un proceso regulatorio de al menos 90 días antes de ser puesta a disposición del público. Esto implica pruebas clínicas y su producción a escala masiva. Akunis indicó que ya instruyó a los funcionarios de su cartera para acelerar la burocracia para lograr el objetivo lo antes posible.
Según consignó el Jerusalem Post, el grupo de científicos trabajó durante los últimos cuatro años en desarrollar una vacuna contra un virus que afecta a los pollos, llamado bronquitis infecciosa.
En diálogo con el medio, el líder del grupo, Chen Katz, explicó que su objetivo era desarrollar la tecnología que aplicara a las enfermedades de esa naturaleza y no «una vacuna específica para un virus u otro”. E indicó que habían elegido para su proyecto al coronavirus -no el Covid-19, sino el término que refiere a las enfermedades respiratorias-, pero solo como un concepto”.
Por ende, expresó, el grupo solo necesita “ajustar el sistema a la nueva secuencia”. “Llamémoslo pura suerte”, graficó. “Estamos en el medio del proceso y esperamos tener la vacuna en nuestras manos en unas semanas. Si todo sale bien, tendríamos una vacuna para prevenir el coronavirus”.
“Estamos en medio de discusiones intensas con potenciales socios que nos puedan ayudar a acelerar la fase de pruebas en humanos y la concreción del producto final y el proceso regulatorio”, concluyó Zigdon.
El anuncio llega en un momento donde las autoridades de la OMS han advertido a la comunidad internacional que debe prepararse para una “potencial pandemia” de coronavirus, pese a que todavía no considera que se haya llegado a tal estadío.
Por su parte, Bruce Aylward, el experto que dirige la misión de expertos integrada por miembros de la OMS y China en el país asiático, aseguró el pasado martes que el mundo “simplemente no está preparado” para hacer frente a la epidemia”, e instó a los otros estados a aprender de la experiencia de esa nación.
“Tienen que estar preparados para gestionar esto a mayor escala y tiene que hacerse rápidamente, como si los fuera a afectar mañana», dijo Aylward. Sin embargo, expresó , la realidad es distinta: «No estamos preparados como deberíamos”, tanto desde el punto de vista psicológico como material, aseguró.