Boca tenía que ganar para quedar como único escolta y ponerle presión a River, puntero de la Superliga. Pero el clásico contra Independiente, por la fecha 18, no pasó de un empate. Fue 0 a 0 en La Bombonera, que lució renovada, debido a múltiples refacciones.
Pero el conjunto de la ribera jugó condicionado desde temprano, debido a la roja que vio el central Carlos Izquierdoz a los 20 minutos del primer tiempo, tras dos entradas fuertes que terminaron en tarjetas amarillas. Por eso, Russo movió el banco y mandó a la cancha a Junior Alonso por Agustín Obando, que estaba teniendo un aceptable papel.
Desde entonces, los dirigidos por Lucas Pusineri se apoderaron del juego, generando chances claras que morían en las manos de Díaz. Pablo Pérez, que no fue bien recibido, y Juan Sánchez Miño, ambos exBoca, manejaron los tiempos de la visita, con algunos destellos de Cecilio Domínguez.
Recién en la segunda mitad, con el local más decidido a atacar, los sucesos se emparejaron. Y más aún cuando Pérez fue expulsado por una fuerte entrada contra el mediocampista Jorman Campuzano. Recién ahí, el partido se volvió de ida y vuelta con chances repartidas.
El ingreso de Sebastián Villa, que reemplazó a Mauro Zárate, retirado por una molestia, le aportó velocidad y dinámica al ataque de Boca, que, sin embargo, no se pudo concretar en el marcador, ni siquiera con el ingreso a falta de cinco minutos para el final de Ramón “Wanchope” Ábila por Carlos Tevez.
Para el cierre del encuentro, con ambos equipos fallando en la última jugada, el empate pareció sentarles bien a los dos. De este modo, Boca quedó segundo junto con Argentinos Juniors, a tres puntos del líder, River. En tanto, Independiente, que venía de perder con el puntero por 2 a 1 el partido postergado de la fecha 14, marcha en el puesto 16 de la tabla, y le urge empezar a sumar puntos.