El equipo de Marcelo Gallardo desperdició dos penales pero no tuvo piedad en su primer partido como local de la Copa Libertadores 2020.
River Plate aplastó esta noche a Deportivo Binacional de Perú, por 8 a 0. En este encuentro correspondiente a la zona D de la Copa Libertadores, en un estadio Monumental vacío de público, el equipo del DT Marcelo Gallardo se impuso categóricamente con los tantos de Milton Casco, Rafael Borré, Jorge Carrascal, Ignacio Fernández (2), Robert Rojas, Paulo Díaz y Matías Suárez. El resultado pudo ser aún más abultado ya que el “Millonario” marró dos penales con sendas ejecuciones de Nicolás De la Cruz (atajó Raúl Fernández) e Ignacio Fernández (reventó el travesaño) que no fueron certeras, cuando el partido estaba 0-0.
Entre River y Binacional no hubo equivalencias. El equipo de Marcelo Gallardo fue superior de principio a fin porque a su acostumbrado buen funcionamiento le agregó la cuota goleadora que le faltó en las dos últimas fechas de la Superliga y lo despojaron del título.
Marcelo Gallardo salió a dirigir a River con ropa deportiva ante la intensa lluvia en el duelo ante Binacional por la Copa Libertadores
El goleador menos pensado, Casco, abrió el marcador cuando enfiló al área y su remate venció la floja resistencia de Raúl Fernández del conjunto de Perú.
A partir de ahí, se le abrió el arco a River que desplegó una gama de goles que resultaron humillantes para el débil conjunto peruano.
Milton Casco abrió el marcador para River ante Deportivo Binacional de Perú: fue un contundente 8 a 0 en el primer partido como local del “Millonario” en la Copa Libertadores 2020
Borré empujó la pelota a la red luego de un centro de Suárez; el ingresado Carrascal generó una buena definición tras la asistencia de Enzo Pérez; “Nacho” Fernández hizo valer su pegada; Rojas cabeceó al gol (se desvió en un defensor); Paulo Díaz ensayó un remate fuerte y certero al ángulo; Suárez se anotó también en la goleada y otra vez “Nacho”, con una defensa desdibujada, puso el 8-0.
Binacional de Perú finalizó con diez jugadores en los minutos finales por la lesión del arquero Fernández, retirado en ambulancia, y pasó vergüenza en un Monumental sin público.