Se frena así un supuesto aumento en los precios del 6%.
El Gobierno volverá a suspender el aumento en el impuesto a los combustibles líquidos previsto para el 1 de marzo, para evitar que suba la nafta.
A fines de 2017, la reforma tributaria dispuso una indexación trimestral del impuesto a los combustibles líquidos, cuyo cargo se traslada directamente a los surtidores. Pero el año pasado, el gobierno de Mauricio Macri fue difiriendo la actualización del tributo. Al asumir la Presidencia, Fernández hizo lo propio y, a fin de año, pasó para el 1 de marzo el posible incremento.
Según El Cronista, el impuesto debería subir 3,17 pesos por litro de nafta y $2,08 por litro de gasoil, de acuerdo a los parámetros de actualización. Eso implicaría subas del orden del 6% y del 4,2%, respectivamente.
A esos porcentajes, las petroleras buscan sumarles su propia rentabilidad. En diciembre, Fernández evitó que YPF subiera el precio de la nafta, lo que devino en un congelamiento tácito de precios. Si YPF, que representa casi el 60% del mercado, no aumenta, el resto de las empresas debe mantener precios sin variaciones para no perder más mercado.
La nafta aumentó por última vez el 1 de diciembre, luego de un congelamiento “a medias” que dispuso por decreto Macri. Los combustibles subieron ese día en torno al 6% y ese día fue, también, el último incremento en el impuesto.