Tensiones tras el ataque a la petrolera saudita. Las autoridades del país asiático aseguraron que no aceptarán negociaciones con Estados Unidos “a ningún nivel”.
La ambigüedad que caracteriza a la administración de Donald Trump recibió una dura respuesta de Irán. Acusada por la Casa Blanca de los ataques a la mayor refinería de petróleo de Arabia Saudita, Saudi Aramco, la República Islámica aseguró que no aceptará negociaciones con Estados Unidos “a ningún nivel”.
“Esto es una muestra del desorden político en la Casa Blanca o es un truco para confundir a la contraparte, aunque con Irán no funciona“
En tanto, desde Riad aclararon que aún desconocen quién estuvo detrás de los bombardeos. El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, reiteró ayer que su país no entablará negociaciones con Washington “a ningún nivel“. “Ofreciendo un nuevo diálogo a Irán, Estados Unidos busca imponer su voluntad a la nación persa e ir más allá en su política de máxima presión contra este país”, expresó, a la vez que resaltó la contradicción de las autoridades yanquis en torno al diálogo con la República Islámica, “ya que a veces han propuesto una conversación sin precondiciones y otras han planteado hasta 12“.
“Esto es una muestra del desorden político en la Casa Blanca o es un truco para confundir a la contraparte, aunque con Irán no funciona“, disparó. En este marco, Jamenei recordó que tanto el presidente, Hasan Rohani, como el jefe de la diplomacia, Mohamad Yavad Zarif, ya habían descartado la posibilidad de iniciar negociaciones.
Sus declaraciones llegaron luego de que Donald Trump señalara a Irán como responsable de los ataques contra Saudi Aramco, pese a que desde un primer momento las fuerzas rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron las acciones y prometieron intensificar sus ataques contra Arabia Saudita.
“Estamos haciendo algunos análisis muy sólidos, pero ciertamente se ve así en este momento (que Irán fue el responsable). Tan pronto como lo descubramos definitivamente, se lo haremos saber“, afirmó el magnate.
Dudas
Pese a las versiones yanquis, las autoridades del reino saudita aseguraron que todavía no está claro quién fue el responsable de la agresión, admitió el ministro de Energía, Abdulaziz bin Salman. Por otra parte, anunció que el suministro de petróleo recuperó los niveles anteriores al ataque y prometió que hasta fin de mes la producción diaria de crudo alcanzará los 11 millones de barriles.